miércoles, 18 de julio de 2012

Galarleiz 2012 Mendi Maratoia


“…Después de tanto tiempo al fin te has ido… y en vez de lamentarme he decidido…tomármelo con calma…” 

Así dice la canción de Sabina y así decidí tomarme la maratón alpina de Galarleiz después del petardazo del Ocejón. 


Además durante las semanas anteriores había por fin entrenado siguiendo una planificación, en la que cada semana hacía por lo menos un par de días seguidos de carrera, uno de ellos por la Peña Hueva y otro por la sierra del Ocejón, y al menos otro día mas de bici de montaña, por aquello del entrenamiento cruzado de trabajo aeróbico sin machacar pies y rodillas.

Siguiendo los consejos de Montero que últimamente aplica en la larga distancia decidí entrenar, y en su momento correr la carrera cuidando los pies, acortando los pasos a un ritmo cercano a los 180 pasos por minuto, tanto de subida como de bajada. Es un trotecillo que recuerda al paso ligero, paso “trail”, que permite conservar energía y reduce la intensidad de los impactos en las piernas. Algo tiene que ver con los Tarahumara.

Tras hacer noche en Amurrio me planté en la línea de salida de esta carrera junto a Roberto, con el que viajé el sábado a Vizcaya. Tras aquella estaba también Julio del CMG, y algunos otros conocidos como Belén, Mario y otros. Además Rober y yo estrenábamos la equipación del Club para montaña. 



La carrera transcurre por toda la sucesión de montes que hay desde San Pelayo (Burgos) a Zalla (Vizcaya), cubriendo una distancia de 42 Kilómetros con unos 4200 m de desnivel acumulado (unos 1700 m de desnivel positivo y unos 2500 m de negativo). 


Salgo despacio en la carretera de 1,5 kilómetros iniciales. Los primeros kilómetros de subida me hacen ganar posiciones y nos suben a las nubes por lo que el paisaje que vemos se reduce a unas decenas de metros. El terreno es poco técnico, pista, pastizal, turbera… se hace fácil de transitar y de trotar. En los collados me subo la cremallera de la camiseta y busco el abrigo de algún grupo, que voy abandonando para coger al grupo siguiente hasta que entro en calor en algunos segundos. Luego la niebla nos abandona y el día nos muestra un paisaje verde, vertical pero con la amabilidad que tienen los paisajes montañosos del País Vasco. Transitamos por una senda aérea al borde de unos estratos cortados a plomo sobre una interminable ladera verdísima.

En las subidas se repite el ritual, corredores que se han empleado a fondo en las primeras bajadas parecen muertos vivientes, que van quedando atrás para no volver. Así coincido con Julio, con quién llegaré a la marca de medio maratón en 2:18. Un poco más adelante paro en boxes y él sigue adelante. Ya no le volveré a ver hasta final de carrera. Cuando reanudo la marcha noto ya el calor y la pérdida de la frescura que me ha acompañado hasta ahora. Sigo estando más cómodo en las subidas y cada vez más en comparación con los llaneos y bajadas. Lo más complicado que nos encontramos es alguna bajada herbosa con mucha pendiente, y me empiezan a doler los pies, en parte por el calzado que he elegido (Salomon Speed Cross: ¡¡Gracias Alberto!!), muy ligero pero algo blando en comparación con el que uso habitualmente (Salomon XT Wings).

En torno al km 35-39 se corre por una pista interminable de  bajada que se me hace un poco pestosa. Rober me contará que a él le parecía lo contrario, que volaba esos kilómetros adelantando a diestro y siniestro y que le vino de perlas. Me veo sobrepasado por algunos corredores con los que me veré mas tarde en el prado de Martintxu. Por fin llegamos al prado y me encuentro con una pendiente herbosa, no muy larga, del 31% y con rampas finales creo que del 38%. Me recuerda un poco a la subida de un corredor en una carrera de esquí de montaña. 

Aspecto del Prado de Martintxu en años anteriores.

El público que está sentado a los lados mirando hacia abajo forma un pasillo por el que resoplamos y vamos superando banderas que decoran la pendiente. Me veo fuerte en la subida y la supero motivado, detrás quedan corredores, marchadores y ciclistas de esta modalidad que suben con la bici al hombro o arrastrándola en zigzag por la ladera. Al llegar arriba me quedan 3 kilómetros y comienzo a trotar, notando por primera vez un amago de calambres en los músculos abductores y gemelos. Maldita ampolla de glucosa que me dieron abajo…al tomarla con un Powerade y al estar ya algo deshidratado creo que ha hecho efecto rebote. 

Camino unos metros y la sensación desaparece. Vuelvo a trotar y los kilómetros ya comienzan por el número 4. Los últimos 500 metros aprieto con ganas de llegar y entro por fin en meta en 4:47 

Me ha gustado mucho la carrera, el trato al corredor y la organización. Me apetece volver a visitar esos paisajes, y a ver si la próxima vez se puede venir Sandra que estoy seguro que le hubiera encantado correr por allí. 

Alguno le ha visto las orejas al lobo...

6 comentarios:

  1. Enhorabuena maquinas, tiene pinta de haber sido bonita y dura.

    Despues de ver la ultima foto con Roberto parece que no has llegado con tan mala cara. Por cierto ya toca afeitarse !!!

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  2. Enhorabuena Miguel y compañía, si te digo la verdad, esta carrera la estuve viendo y se me antojaba, ya me conoces, como pollo sin cabeza me hubiera apuntado,no lo hice porque tenia que currar. Al final me salio bien, pues hace una semanilla me hice un pequeño esguince en el tobillo izqierdo, el de siempre. Bueno no me enrollo más y lo dicho, felicidades y mucha envidia, tenia pinta la carrera de muy bonita, aparte de dura por supuesto. Saludos

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  3. Enhorabuena Miguel, ya te dije después de la media del Ocejón que en esta prueba te saldrían mejor las cosas y así ha sido además con una buena marca, lo dicho enhorabuena y a ver si coincidimos en alguna salida.
    Un abrazo para ti y para Sandra ( dale recuerdos, y que se mejore ).

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  4. Great write up Miguel.

    That is a BIG day out.

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  5. Gracias Miguel por tus palabras. Te esperamos el 20 de julio de 2014!

    Un saludo, Galarleiz

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