Durante los fines de semana de febrero hemos perseverado en el macizo del Lobo, hemos sufrido lluvia, viento, frío y niebla. Hemos esquiado en nieves incómodas, hielos, costras... Hemos vuelto a casa bajo grandes claros con sol, mirando como las nubes y el viento parecían no querer abandonar este año las cumbres heladas que tanto hemos esperado ver bajo un cielo azul y un manto de nieve.
Por fin, el primer fin de semana de marzo se anticipa prometedor. La previsión meteorológica es excelente y a la nevada del viernes por la mañana se suma a otra al anochecer en el noreste de Guadalajara.
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| Aspecto que presentaba el Colegio del El Casar el viernes por la mañana. |
El sábado nos encaminamos temprano hacia La Pinilla. Hay mucha nieve aunque hasta media mañana la niebla nos impide ver los valles al sur de la divisoria entre Segovia y Guadalajara.
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José Luis evolucionando hacia la Portilla del Lobo  |
Sin esperar a que temine de aclarar, aprovechamos una tregua en la niebla para lanzarnos por la ladera sur. Confiamos en la previsión de mejoría a lo largo del día. Nos vemos recompensados al final de la bajada. Por fin los vientos sur terminan de despejar desde el valle hasta las cumbres. Decidimos alargar la jornada ascendiendo al Cerrón.
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| Imagen del Cerrón tomada el domingo desde la Portilla |
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El sábado en la última bajada la estación ya está cerrada. La calidad de la nieve es inmejorable |
El domingo luce el sol desde primera hora y la nieve se ha mantenido ideal. Somos un grupo más numeroso y disfrutaremos el día bajando desde el Lobo al valle de Bocígano y remontando un cordal norte-sur para hacer una segunda bajada hacia la Majada del Carnero.
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| Marta, Manolo, Javier y Alfredo trazan zetas cada vez mas cortas para superar el corredor de la Portilla, cada vez mas estrecho. |
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| Vista del Cerrón y laderas adyacentes. Hemos podido esquiar en Guadalajara. |
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