Crónica del XI Medio Maratón de Montaña del Ocejón

-No va a llover, mira esas nubes que están sobre la montaña se van a ir apartando y luego vienen claros…

-Pues yo he visto en el mountain forecast que van a caer 10 litros…

- No va a llover.

-¿Me llevo el chubasquero? 



Foto de Marisol

La salida no fue tan rápida como en otros años en los que se da una vuelta al pueblo y los corredores tratan de coger posiciones, antes de llegar al embudo embarrado que se dirige hacia el arroyo. En esta ocasión la se salía directamente al embudo donde pude coger un ritmo cómodo.

Ya desde Majaelrayo el fuerte calor y la pista que se recorre hasta el depósito de agua me hace bajar el ritmo. Llegamos al depósito y comienza la carrera, me mojo la cabeza y empiezo la subida. Ya en las zetas entre la jara adelanto a corredores que en el trozo de pista han ido mejor que yo. Una vez en el camino de subida a peñas Bernardas el sol desaparece y baja la temperatura, la sombra de los robles también hace su efecto y la carrera adquiere un clima perfecto. Es posible trotar casi todo el tiempo y paso sin parar en el avituallamiento de las peñas para encarar la subida al collado Perdices. Noto los beneficios del último mes, sin forzar mucho sigo adelantando. Ya estoy en el collado y pisando las pizarras sueltas de la parte técnica…¡huy! Una pequeña torcedura sin consecuencias y dejo el Ocejoncillo a mi espalda para encarar el Ocejón. Me salgo de la senda pero con un atroche me meto de nuevo en el circuito. ¡Estoy arriba!, por la cresta me muevo rápido hasta agarrar con ambas manos el vértice geodésico, llenarme los ojos del paisaje que me rodea, que no deja de enamorarme pese a las muchas veces contemplado. ¡Comienza la bajada!, mientras salto con pasos cortos y rápidos de pizarra en pizarra y desciendo metros con rapidez comienzan a caer las primeras gotas de lluvia. No es demasiada pero suficiente para que alguna roca sea resbaladiza. Disfruto enormemente de estos tramos de bajada técnica donde me cruzo con el grueso de la carrera de subida, me animan y animo a multitud de rostros fugaces, alegres por ver ya de cerca el pico. Paso veloz por el collado y en un momento estoy en las peñas Bernardas.

Uff…, ahora toca camino de bajada larguiiisima para las piernas, esta parte ya no me divierte, poco a poco y en completa soledad, sin ver a nadie por delante ni por detrás, mis piernas se mueven cada vez más despacio, mi carrera antes veloz se convierte en un trote cada vez más lento. Ya paso los charcos por el centro buscando refrigerar los gemelos. Cuando entro en Majaelrayo he perdido la chispa y ya solo queda trotar hasta Robleluengo. Me adelanta un corredor, el primero desde antes de llegar al depósito, hace ya casi dos horas, y entro al trote en Robleluengo con un tiempo de algo más de 2 horas y 10 minutos.



Corredores de montaña.



Después de la ducha fría y el masaje pude pasar unos 40 minutos con Marisol debajo de un tejadillo mientras los 10 litros por metro cuadrado previstos caían sobre Robleluengo. Y cuando paró pude tomar unas cervezas con Alberto y el resto de amigos que vienen todos los años de San Esteban de Gormaz a esta magnífica carrera.

A continuación cenamos una fabulosa paella vegetariana y Fernando Barbero siguió la liturgia de todos los años con la amena entrega de trofeos a todos los participantes empezando por supuesto por el último.

Enhorabuena especial a Carmen y a Mercedes que es estrenaban en carreras de montaña, en el caso de Carmen el estreno también fue en la distancia de media maratón.

Agradecimientos a la organización, los voluntarios y a Fernando Barbero.

Clasificaciones: http://www.el-ocejon.com/clasificaciones2011.html

 Especial agradecimiento a Marisol y a Dolores por todas las fotos. Marisol, las de las cabras son sencillamente GENIALES.

Y el próximo fin de semana: Maratón Alpino.