Por Sandra. APUKO EXTREM.
Primer ultra de la temporada. 84 km. 6800 m desnivel +
Normalmente suelo elegir los ultras en verano o pasado éste pues tengo el cuerpo 'más hecho al monte' y es cuando tengo mejor momento de forma pero me ha resultado inevitable no acudir a esta carrera.
Justo unos días antes me entero que va también Germán y quedamos para ir juntos desde Guadalajara. Todo pinta bien, nunca he corrido en el País Vasco y me apetece, la carrera es del perfil que me gusta, con bastante desnivel.
Tengo bastantes dudas pues no he entrenado para suficiente pero a ver que sale…
Tengo bastantes dudas pues no he entrenado para suficiente pero a ver que sale…
La salida es a las 6 de la mañana pero Germán y yo llegamos a Zaramillo con antelación para recoger dorsales y al menos en mi caso ponerme un poco nerviosa con el ambiente previo a la carrera.
Por fin, la salida. 'Recuerda: de menos a más' me digo pero me veo a tope y empiezo más fuerte de lo habitual. La carrera es una sucesión terrible de subidas y bajadas, vaya un rompe-piernas pero de momento responden. Me engancho con dos corredores conocedores de la zona que me ayudan a mantener un ritmo majete hasta la mitad de la carrera pero noto que voy con “el gancho” y empiezo a bajar ritmo y regular.
A estas alturas la carrera se ha estirado mucho y disfruto de ir sola y a mi ritmillo.
La cosa va bien pero a partir del km 60 aproximadamente empiezo a notar muscularmente el cansancio y a dudar si voy a ser capaz de acabar. Pienso que quizás he ido demasiado fuerte al principio y noto que me cuesta subir, bajando los cuádriceps también se están quejando y en los pocos trozos llanos el trote cada vez más torpón.
He hecho lo contrario de lo que suelo hacer en estas carreras: ir de más a menos y no reservar nada. Estoy sufriendo de lo lindo pero de todo se aprende y es otro planteamiento igual de valido.
Como recompensa al sufrimiento está el llegar en 13h 40 a meta y con plena luz del día.
La cosa va bien pero a partir del km 60 aproximadamente empiezo a notar muscularmente el cansancio y a dudar si voy a ser capaz de acabar. Pienso que quizás he ido demasiado fuerte al principio y noto que me cuesta subir, bajando los cuádriceps también se están quejando y en los pocos trozos llanos el trote cada vez más torpón.
He hecho lo contrario de lo que suelo hacer en estas carreras: ir de más a menos y no reservar nada. Estoy sufriendo de lo lindo pero de todo se aprende y es otro planteamiento igual de valido.
Como recompensa al sufrimiento está el llegar en 13h 40 a meta y con plena luz del día.
Estoy muy orgullosa aunque terriblemente cansada… hoy no llegado fresca ni podría decir que me echen 50 km más... ¡pero que tiempazo me ha salido!