En la mañana del sábado partimos temprano desde Valverde de los Arroyos, a 1254 metros de altitud, con intención de hacer la primera cumbre del día, la del Ocejón, subiendo directamente por la cresta norte. A partir de la cota 1700 dejamos la linde del pinar repoblado para meternos en las nubes que, de cuando en cuando, nos dejan ver los valles a vista de pájaro.
Tratamos de mantenernos en el cresterio evitando la relativa comodidad de una traza que sube en paralelo a unas decenas de metros a la derecha. Esto nos permite disfrutar de tener que usar las manos en algunos pasos sin dificultad, aunque las rocas resbalan algo por la niebla y la poca nieve acumulada. De esta manera y casi sin darnos cuenta nos encontramos con la cima del Ocejón, a 2048 metros.
Apenas bajamos del Ocejón para remontar el Ocejoncillo (1956m), se abren grandes claros que nos permiten, ya durante el resto del día, observar la ruta prevista. Primero hacia el norte-noroeste seguiremos la divisoria, recorriendo tras el Collado Perdices los sucesivos hitos cimeros a 1804 m, 1805 m y bajando luego a los Collados Viezo y de la Pradera de la Madita. Entre estos debemos superar el Chortal Redondo.
Hacia el oeste nos refrescan las vistas nevadas del Cerrón. A nuestra espalda nos observa la impresionante cara norte del Ocejón, todavía de cerca.
Ya pasado el Chortal, podemos contemplar algunos robles apostados en la ladera sur del Campachuelo. Son unos pocos valientes que desafian a las apretadas filas de pinos que en formación compacta bajan, hasta el mismo Arroyo de la Chorrera, por la ladera opuesta.
Tras un descanso en la Pradera (1733m), subimos sin cuartel hacia el Campachuelo (1899 m). Ya casi arriba la vista a nuestra espalda nos muestra una buena parte del recorrido realizado hasta el momento.
Por fin, llegamos a la segunda cumbre del día, donde podemos fotografiarnos con un inmejorable fondo, el pico Ocejón.
A partir de ahora ponemos rumbo oeste-noroeste navegando sobre la amplia cima de cerro del Campo (1931 m).
La miradas hacia el sur son inevitables, el Ocejón nos atrae con su sugerente silueta, sus sendas colgadas y sus erizadas aristas de roca.
Hacia el norte damos vista a Cantalojas con sus tejados rojos.
Llegaremos a Valverde dos horas después por la fuente del Berrocal. En total seis horas y media. Un buen entrenamiento para las próximas carreras de montaña.